domingo, 5 de agosto de 2012

ANTONIO MORAGUES, LA CÁMARA UN AUMENTO DE SU MIRADA



Para aquellos a los que nos cuesta salir a la calle a hacer fotografía urbana, o más incluso para los que no nos atrevemos a salir a la calle con nuestras cámaras y ser capaces de captar las almas de personas anónimas que nos rodean, encontrar fotografías como las realizadas por Antonio Moragues, al menos, nos hace querer intentarlo.

Sus fotografías están llenas de naturalidad, de escenas cotidianas ocurridas en plena calle, capturando detalles y almas de aquellos que por alguna razón captan la atención de su mirada, e inclusive el arriesgado proceso de intentar iluminaciones que aumenten el valor de sus fotografías.


No obstante, la fotografía de Antonio Moragues, no solo tiene escenas y retratos urbanos, también cuenta con unos hermosos paisajes que solo podrían haber salido de la mirada de alguien que analiza y siente la fotografía como una parte más de sí mismo.

Por ello, quiero presentaros a este gran fotógrafo, con el que no solo disfrutaréis de sus fotografías, sino que también, aprenderéis a ser pacientes y a saber esperar el momento perfecto para hacer clic con la cámara.


Sin duda, otra de las personalidades dentro de la fotografía sevillana que más me han sorprendido en este camino que comencé hace ahora unas cuatro semanas. Por ello, os dejo su entrevista con la que conocerlo un poco más.





Espero que disfruten de sus fotografías tanto como la que escribe y de un blog que no tiene desperdicio. ¡Visítenlo!




R: Buenas Antonio. Ante todo decirte que ha sido todo un placer descubrir tu obra fotográfica, la cual, he de reconocer capta a la perfección las almas de aquellos a los que retratas. Una vez dicho esto, ¿qué necesitas para disparar tu cámara fotográfica? Es decir, ¿qué tiene que tener la escena para que quieras disparar?

AM: Pues, lo primero, muchas gracias por contar conmigo para este nuevo artículo y por dejarme formar parte de tu lista de entrevistas semanales.

En cuanto a la pregunta, sería complicado definir cuáles deben ser los ingredientes o la receta exacta para que una escena me llame la atención. Supuestamente, hay una serie de “valores” que una fotografía de calle debe contener: un instante singular, una luz determinada, una buena composición… sin embargo, hay algo que va más allá de lo que son estos parámetros básicos. Como cuando uno se enamora, supongo que la fotografía de calle es también una cuestión de chispa, o te llega o no te llega. Nunca me han gustado las normas ni las reglas a seguir y quizás esto es algo que también se deja ver en mis fotografías. Desde mi punto de vista, la “street photography” es, ante todo, improvisación, sensibilidad y, ya puestos, algo de desvergüenza. Quizás por ello, lo más importante es tener los ojos bien abiertos, ser muy pesado (el amigo que siempre lleva la cámara encima) e ir poniendo atención en lo que va ocurriendo a tu alrededor, desde una sombra, hasta un reflejo, un gag, o una escena que no tenga nada de especial pero que te evoque una sensación determinada. Si algo tenemos claro los fotógrafos que amamos este género, es que un momento determinado es irrepetible: un gesto, una sonrisa, una mirada… no son cosas que uno pueda ir buscando. Lo único que puedes hacer es salir a la calle, estar preparado y dejarte encontrar por estas escenas cotidianas que tienen lugar a cada momento. La ciudad y sus calles están llenas de historias que contar y, a menudo, la cosa más simple puede ser objeto de una buena fotografía.


R: He visto que tienes muchos retratos callejeros. Es algo que admiro, porque yo como amante de la fotografía, sería incapaz de hacer. ¿Qué técnica utilizas para que la gente se olvide de tu cámara?

AM: Ninguna en especial aunque, en cierto modo, el exponerte más o menos a la hora de hacer la fotografía depende de lo que quieras conseguir de la persona que retrates: desde el disimulo más absoluto para no interferir en lo que sucede hasta la provocación directa si quieres obtener una expresión de sorpresa, una mirada directa a tu objetivo... Sí que es cierto que, cuando comienzas a retratar a gente por la calle, te sientes muy ridículo intentando disimular cada fotografía que haces. Piensas que todo el mundo va a reaccionar de mala manera a la hora de ser retratado. Sin embargo, poco a poco te vas dando cuenta de que, normalmente, la gente (una con más extrañeza, otra con menos) pasa de ti, sigue su camino y tú, en consecuencia, te vas soltando. Raras veces he tenido problemas con alguien por esto. No obstante, tanto en fotografía, como en mi vida, procuro no andar corto de tres cosas: respeto, sentido común… y una sonrisa a tiempo. Una sonrisa y un “muchas gracias” arreglan bastantes cosas en esto!

R: Como ya te he comentado, para mí el retrato callejero es una técnica muy difícil, pero ¿utilizas teleobjetivo o te acercas al retratado hasta conseguir el plano deseado?

AM: En este tema hay un pequeño debate dentro de los propios fotógrafos. Hay quien considera que el teleobjetivo no es válido para este tipo de fotografía. Yo no comparto esa opinión, me parece perfecto que cada uno use la focal con la que más a gusto se encuentre y, en principio, no creo que deba excluirse ninguna. Dicho lo cual, soy de los que no usan teleobjetivo. Suelo salir a la calle con mi 35mm y es con lo que más a gusto me encuentro. Me gusta acercarme y sentir la adrenalina al fotografiar de cerca. Es más divertido. Y a fin de cuentas, eso es lo que busco… divertirme, expresarme y contar, desde mi punto de vista, lo que ocurre a mi alrededor.


R: No obstante, al analizar tu  galería no puedo dejar pasar dos cosas. Una son los paisajes. Tomas los paisajes desde unos ángulos increíbles. ¿Haces varias pruebas o simplemente visualizas la escena y encuentras el ángulo al instante?

AM: Esto, como todo, es cuestión de aprendizaje. Creo que es esencial tomar una postura de humildad en lo que se hace y permitirse a uno mismo aprender de lo que hacen otros. Educar la vista y madurar la forma de mirar las cosas es algo que espero no dejar de hacer, entre otras cosas para no caer en la monotonía y seguir descubriendo nuevas formas de hacer las cosas. A partir de ahí, salir y hacer muchas fotografías considero que es algo vital. Aprender de los errores que uno comete, ser riguroso (no hay mejor crítico que uno mismo), así como escuchar y entrar en contacto con gente que tenga cosas que aportarte, creo que son aspectos que no hay que descuidar y que harán que, poco a poco, tengas más claro lo que quieres cuando vayas a encuadrar una escena. Aún así, siempre procuro hacer varias tomas de una misma situación, así hay más donde elegir y más posibilidades de que alguna de ellas capten lo que realmente quiero mostrar.


R: Lo segundo que no quería pasar, es la serie de fotografías que tienes en los que haces un gran juego de luces y sombras. En las fotografías, aunque oscuras, parecen estar hechas a plena luz del día. ¿Cuál es la técnica que has empleado a la hora de realizar esta estética?

AM: Esta serie de fotografías surge a raíz de conocer y entrar en contacto con el trabajo que desempeña el colectivo de fotografía callejera “Calle35”, en Barcelona, o Manolo Espaliú en Sevilla, los cuales recomiendo conocer, ya que trabajan con la luz de una manera realmente buena.

La técnica, tal y como yo la llevo a cabo, consiste en medir la luz en los puntos de más intensidad (aquellos que normalmente saldrían quemados) de manera que queden correctamente expuestos. Siempre ayuda que sean situaciones de un cierto contraste, obteniendo como resultado una fotografía bastante oscura en la que sólo determinadas zonas quedan visibles y que, con suerte, serán las que nos interesan.

R: Siempre pregunto si tienes algún fotógrafo preferido o si cuentas con algún fotógrafo de referencia a la hora de realizar tus fotografías. En tu caso, ¿lo hay?

AM: Claro que los hay. Y, obviando, a genios como podrían ser Robert Capa y compañía, diría que actualmente uno de los fotógrafos que más me ha llamado la atención y que me ha influido a la hora de hacer fotografía urbana es Domingo Venero Barberán, quien no me deja nunca indiferente con sus imágenes en blanco y negro.


R: Y ya, por último, solo me queda preguntarte por tu cita de fotografía preferida. ¿Con cuál te quedarías?

AM: Pues mira, ya que hemos mencionado a Robert Capa, una suya:

“Si tus fotos no son suficientemente buenas es porque no estás suficientemente cerca”.




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